17 de octubre de 2017

Móviles con pasta de aserrín

La masa de aserrín ofrece muchas posibilidades interesantes. Se pueden moldear jarrones, bandejas, fuentes para galletas, adornos de todo tipo, etc. 

Es una masa con cierta rugosidad. Todo depende de lo fino del aserrín. Cuanto más fino, más delicada queda la masa. Más grueso, más rústico.

Yo saqué la fórmula de la página del enlace, pero en vez de usar vinagre, usé una cucharada de formol. Eso asegura que se conserve sin enmohecerse. Por supuesto hay que tener cuidado de que el ambiente donde se vayan a ubicar los objetos no sean excesivamente húmedos, como lo podría ser un baño, por ejemplo. El acabado con varias manos de barniz  o laca, también los protege muy bien.

Se puede pintar con acrílicos, esmalte sintético, etc., si uno quiere darle otro aspecto o colorido.

 En estado natural combina muy bien con tronquitos, piñas y semillas. 

Éste es el enlace  a la receta. por las dudas, también la copio acá: (Recuerden que reemplacé vinagre por formol)

Ingredientes:
  • Aserrín (se consigue gratis en madereras o carpinterías, se debe colar para lograr un resultado homogéneo) 1 taza 
  • Harina común 1 taza 
  • Vinagre de alcohol 1 cucharada sopera 
  • 1 1/2 cucharada de vaselina líquida o aceite para bebes 
  • 3/4 parte de agua (o cantidad necesaria)
  • Bolsas de nylon 
  • Palo de amasar 
  • Cortantes para los diseños 

Indicaciones del proceso
Sobre la mesa se colocan las bolsas de nylon donde se trabajará.
En el centro del mismo se coloca la taza de aserrín y la harina común, se mezcla con una cuchara para convertirla en una mezcla homogénea.
Se ahueca el centro de dichos elementos y se agrega la vaselina y el vinagre. Con la cuchara se comienza a mezclar la pasta.
Se continúa con el agua agregando lentamente y mezclando hasta llegar a una masa compacta pero moldeable. Con el nylon se amasa. Se dobla el nylon y con el palo de amasar se alisa para darle el grosor necesario. Se levanta uno de los laterales del nylon y se corta con los diseños deseados. Se deja secar entre 1 a 2 días. La forma de acelerar el proceso de secado es colocar sobre una placa metálica (en la puerta no en el interior) del horno con la potencia mínima. Se puede pintar y barnizar posteriormente.






Con estas hojas hice un móvil, agregándole "cuentas" de madera y palitos. Usé hilo sisal. Y como verán.., perdí la foto!!



Para las flores y corazones usé cortantes para galletitas.


Y las pegué a una cintita de fayetina.



Espero que usen esta pasta que realmente ofrece muchas posibilidades y queda muy linda para una decoración rústica.

13 de octubre de 2017

Organizador para notas de papel de diario


Este organizador puede ser útil para tener a mano  lápiz y papel y no tener que andar buscando a las apuradas. 

Está hecho con bandejitas de telgopor de esas donde vienen los fiambres y forrado con tiras de papel de diario, éstas modeladas con varias técnicas.
 una es la de hacer tiras chatas de papel, humedecerlas con plasticola diluida en agua y hacer un entrecruzado grueso. Esto lo usé para forrar las bandejas de telgopor.



 Otra de la técnicas fue la de arrugar tiras gruesas de papel, también humedecerlas un poco y hacer trenzas gruesas para los bordes. Todo va armado con plasticola ayudándose con broches de la ropa para sujetar todo hasta que seque.



 La pintura puede ser acrílico o bien témpera. En este caso conviene darle una mano de barniz, ya sea con pincel o en aerosol para que no quede rugoso al tacto.

 La flor de adorno la recorté de una servilleta  y la pegué con la técnica de decoupage, es decir, untar la pieza con plasticola diluida, colocar la figura sin la parte blanca de atrás y pasarle plasticola por encima nuevamente. Les aconsejo dar una mano de acrílico blanco para que no se distorsionen los colores de la flor.

Olvidaba mencionar que con un tubo de papel higiénico hice un cubilete para colocar la lapicera, lápiz, etc. para escribir en los papeles que colocamos en la bandeja. 


Por cierto, los talonarios están armados con papel ya utilizado de un lado, que ha sido recortado y pegado en forma de talonario.

Y ahora ¡Manos a la obra!












Organizador de especias con tetrabrick


Hola, hoy le quiero mostar esta manualidad donde reutilizamos envases de tetrabrick. Pueden ser de leche larga vida, de vino, de puré de tomate...de lo que tengan a mano. 

Es un material muy interesante porque tiene varias capas: plástico por afuera, lo que lo hace impermeable, cartón en el medio, que le da cierta rigidez y aluminio por dentro que en nuestro caso lo hace fácil de limpiar...

 La idea es recortar las cajas a la medida que uno necesite, pegarlas entre sí con plasticola, y sostenerlas con broches, ya que al tener recubrimiento plástico es más difícil que se mantengan solas hasta que el pegamento seque.


Y después sólo resta forrarlas, todo alrededor para darle rigidez al trabajo, con una o más capas de papel, que puede ser e revistas, o papel blanco en el que pintamos el motivo que más nos guste. Después, la imaginación hace el resto, usando palitos, botoneas, hilos de colores, trocitos de CD, en fin , todo lo que ustedes tengan a mano quedará precioso.





Espero que les haya gustado la idea.



No alcanza.





Hoy despuntó el día con uno de los paisajes que más me gustan: en ese fondo infinito, las sierras recortadas en azul penetrante, coronadas por nubes blanquísimas que se disponen a huir de su encierro de lluvia. Son como plumas enjauladas que empiezan a volar su destino de viento, libre de ataduras mojadas de aguaceros.
Pero no hay felicidad. Esta vez no. No alcanzan las sierras azules, violetas, encantadas. No alcanza el frío de la mañana en la piel ni el canto prometedor de los pájaros que se deleitan escarbando en la tierra húmeda. No alcanzan las últimas gotas de agua que, brillantes, se resbalan de las hojas húmedas y lustrosas.
Y así los días, uno tras otro, con su trajinar incesante, monótono y desgastante, agobiante, doloroso; una rutina que oprime, que aplasta y empobrece.

Y que parece no tener fin en ese abismo infinito que se abrió hace tiempo para quedarse eternamente.

                                                      María Nieves Acero