30 de agosto de 2015

Por favor...¿Me dejás pasar?


Hora de salida. Unos forman fila para irse a sus casas, otros para entrar al comedor. Unos tranquilos, otros correteando por ahí…, y uno grandote de cuerpo y con sobre edad avanzada, que no era alumno mío ese año, atascando la puerta de la galería impidiendo a empujones que pase cualquiera. ¡Aaaayyyy!
Fácil sería decir:
-¿Qué está haciendo? Vaya a su lugar y deje en paz a sus compañeros. ¿No se da cuenta que no corresponde empujarlos así e impedirles el paso?
Pero eso sería comprarse un pasaje hacia el insulto seguro. Y no es cuestión.
Entonces, no sé cómo, me acerqué (porque yo también tenía que pasar por la puerta que oclusaba) y le dije con una sonrisa inventada:
-Hola . ¿Qué hacés acá?
Sacó pecho y se encaramó un poco sobre sus pies para hacerme frente mejor.
Bueeeno…, viene difícil, pensé para mis adentros.
Y arriesgué con la mejor cara de simpatía que pude:
-A ver, a ver, chiquitín, dejame pasar que con vos ahí no puedo. Mirá el lío que hiciste que estamos todos acá amontonados que parecemos sardinas en una lata. A ver, a ver…
 Y hasta le di unas palmaditas en el brazo haciéndole ver que no me daba miedo (aunque sí me daba porque si se negaba iba a tener que discutir con él y reprenderlo, y eso nadie lo buscaba porque sí)
Bueno, y salió bien la estrategia. Se corrió y hasta se sonrió un poco, tanta fue la extrañeza que le causó la forma en que le dije las cosas.
Por un lado me da mucha rabia tener que estar pensando “estrategias” para poder pasar por una puerta, para dirigirme a un alumno o corregirle actitudes que perjudican a otros, porque hay que estar luchando contra una sociedad que lo hizo así.  Por otro lado hasta me da pena pensar que el 80% de lo que escucha de los adultos en su casa deben ser  reproches a los gritos e  insultos. Y que lo absorbe todo, como una esponja. Y que por eso es como es, y que por eso insulta, y que por eso guapea. Y que todo eso es fuerte, muy fuerte, muy instalado en su vida y en la de tantos otros chicos que llevan como bandera el resentimiento.
Y hacemos lo que podemos, que no siempre es mucho.

María Nieves Acero




Primer día de primer grado.


Había preparado todo con gran entusiasmo. Estaba feliz con el resultado y ansiosa por ponerlo en práctica. Primer grado, primer día de clases…Todo calculado, pensado para que sea un éxito y para que los chicos y yo estemos contentos.
 Llegó la hora de pasar al aula  y a la ansiedad mía y de los nenes se sumaba la de las mamás que querían ver cómo era el aula, dónde se había sentado su nene, si se había quedado tranquilo, en fin, lo normal.
Lo que no fue normal fue la forma en que lloraba esa nena. Una cosa es contarlo y otra cosa fue vivirlo. ¡A los gritos, la criatura!
 Traté de calmarla de una y otra forma, pero no había caso. Las mamás seguían revoloteando por ahí. Algunos nenes empezaban a contagiarse. Y yo sacando de la galera las mil y una formas de llevar la situación adelante.
En uno de esos pases mágicos, le pedí a la mamá de la nena que seguía berreando desconsoladamente, que por favor se quedara con ella un ratito, para que se calmara.
-¡Noooo!- me dijo. ¡Yo tengo que ir a trabajar!
Sí, claro, pensé… Pero cada vez eran más los chiquitos que se contagiaban  de esta situación.
Le dije a la mamá que era sólo un ratito, que por fa…vor…
-¡Tengo que irme a trabajar, tengo que irme a trabajar! ¡Ocúpese!
Y de pronto la escucho comentándole a las otras mamás que cómo podía ser esa situación, que qué barbaridad, que cómo yo no me quería hacer cargo de la nena, etc, etc…
Primer día de primer grado. De todo lo lindo que había planificado, no pude hacer nada. Todo el día tratando de que la situación de llanto desconsolado cesara. ¡Qué día!

Compartido por Livia Vélez

La planta de Bartolo. De La Torre de Cubos.De Laura Devetach.


Para empezar el año.


El primer día de clases habíamos decidido hacer una actividad conjunta entre los dos quintos para ver bien cómo distribuir a los chicos. Por eso hicimos pasar a los papás al aula y les explicamos todo.
Después, uno de los grupos entró y le pedimos a los otros chicos que trajeran una silla del aula de al lado para hacer lo que habíamos planificado.
Así lo estaban haciendo cuando de repente una mamá dijo:
-¡Ay, qué desorganizado está todo esto!
-(¿?)
-¡Qué desorden!¿ Por qué están haciendo esto?
-Señora, ¿usted no pasó recién al aula cuando hicimos entrar a todos los papás y les explicamos?
-No sé, no sé…¡Mi hijo no va a traer ninguna silla!
-(¿?)
-Es obligación suya traer las sillas. Mi hijo no va a acarrear ninguna silla. ¿Por qué tiene él que traerla?
-Bueno, si no quiere traerla… Es para que esté más cómodo, pero si no quiere…- le dije, manteniendo la calma en medio del... puro desconcierto.
-¡Eso es obligación suya!
Después de que se fue la madre, el nene buscó sin problema su silla y pudo participar de la actividad.

Así empezamos…Qué nos deparará el resto del año si esto fue sólo el comienzo…


Compartido por Claudia Noé y Livia Vélez

El pueblo dibujado. De La Torre de Cubos.De Laura Devetach.






Souvenirs con pet

Sirven para regalar en muchas ocasiones: cumpleaños, reuniones, grupos de amigos, fiestas escolares.

Todo depende de los colores que usemos, las frases o dibujos que agreguemos y  de la creatividad de cada uno.


Para realizarlos tenemos que:

1) Cortar las bases de varias botellas plásticas.

2) Hacerles varios tajitos alrededor.

3)Acercar los bordes a la llama de la hornalla para que se curven y se suavicen los cantos.

4) Pintarlos por detrás con pintura vitral, acrílico, témperas, etc. Incluso se pueden decorar con papeles de revistas, estrellitas, pegatinas...

¡Pintar por detrás permite poderlos limpiar con facilidad en el futuro!

5) Si van a ser para colgar, agregarles una cintita que puede ser pegada con silicona.
También pueden llevar un imán atrás para pegarlos en la heladera.
Se puede adicionar un pequeño almanaque  y regalarlo en Año Nuevo.

¡¡Toda la creatividad es bien recibida para estos souvenires!!




¡No olvides dejar tu comentario!

Cómo hacer flores de pet.

Este procedimiento sirve para hacer flores u otras formas. La clave es suavizar los bordes con calor.


Sólo una caja.

23 de agosto de 2015

El desollinador que no tenía trabajo. De La Torre de Cubos.De Laura Devetach.




Tejido con bositas plásticas. Camino de mesa, mantel e individuales.

Para aprender a cortar las bolsitas y hacer el hilo plástico buscá las instrucciones en

http://aprenderdesdecordoba.blogspot.com.ar/2015/08/como-tejer-con-bolsitas-plasticas.html


Estas son algunas cosas de las que hice con hilo plástico de bolsitas:

Camino de mesa.


Individual           


                         


Mantel armado con pastillas
                        


                       


                     


                      


Otros individuales.
                           


                           

                           Se puede lavar todo en el lavarropas.


                   Espero que les haya gustado.
                  ¡No olviden comentar!

Cómo tejer con bolsitas plásticas.


Sé que este texto es un poco largo, pero me encantaría que se tomen unos minutos para leerlo.

La degradación de los plásticos es lentísima. Por ejemplo las bolsitas tardan  150 años en degradarse. 
                                           



Las  botellas de ese material aún tardan más..


                                        

Las bolsitas, en realidad, están hechas de polietileno de baja densidad o alta densidad. 


Ahora salieron la "oxi bio degradables", que por lo que leí, no se degradan en realidad, sino que se rompen en partículas muy finitas que dan la impresión de desaparecer, pero que en realidad permanecen en el ambiente como polvillo y contaminan igual. Además pueden flotar en el agua impidiendo la penetración de los rayos solares afectando la armoniosa vida acuática.

La naturaleza suele entablar una "batalla" dura contra ese elemento. Y por lo general, pierde.
                                         




Las grandes ciudades producen toneladas de estos desechos, y, si bien hay maneras de reaprovecharlos, las políticas ambientales no terminan de instalarse por motivos económicos por un lado y por falta de interés en los políticos . Creo que cuando asuman políticos con conciencia ambiental como podemos ser vos o yo, todo cambiaría.


                                                 



Por mi parte llenaría el país de plantas de reciclado de todo lo posible: plástico, aluminio, hirerro, tetrabricks, pets,papel, residuos orgánicos..., y recién ahí enseñaría a la población a separar. Si la gente separa y después todo queda en la nada, el entusiasmo que los educadores puedan generar se diluye tristemente. Actualmente  es realmente una tarea costosa y compleja para los municipios encargados de la recolección y disposición final de los residuos ya que a la cantidad de envases  y otra basura, se le debe sumar el volumen que representan, pero con una inversión inicial considerable con apoyo del Estado Nacional que apoye a los gobiernos provinciales, se podrían generar fuentes de trabajo, limpieza del medio ambiente y mejor calidad de vida para todos. Es éste mi gran deseo.





                                 



La que sigue es una forma pequeñita de colaborar, tranformando las bolsitas en hilo plástico para tejer tanto al crochet como en dos agujas. 

En otras entradas, verán alguno objetos posibles de ser hechos con ellas, pero la variedad es infinita. Todo depende de su creatividad. Me encantaría que a través de sus comentarios, sumen propuestas. Esto no soluciona el grave problema de la degradación lenta de los plásticos, pero ayuda humildemente.



21 de agosto de 2015

Pasando a Jornada Extendida.



Serían más o menos las 10.30hs cuando salí de la biblioteca rumbo a las aulas de afuera. Tenía que pasar por la puerta que da de la galería al patio, pero justo estaban empezando a entrar los chicos de sexto grado de la tarde para comenzar la jornada extendida.
Lógicamente me hice a un lado y los dejé pasar. Mientras miraba cómo entraban a los empujones sin ninguna necesidad, uno de ellos me llamó la atención, especialmente porque era un día caluroso:
Pantalones de jean desteñidos y medio rotos, como desflecados, sin calzar en la cintura, caídos de forma que el tiro le quedaba un poco más a media pierna, buzo con capucha, pañuelo de cuello que le tapaba la cara de manera que sólo se le veían los ojos, gorra de visera larga inclinada hacia adelante y para rematar la capucha del buzo, encima.
Lamentablemente mi cara es demasiado expresiva. Aunque no diga una palabra, se ve que se transparenta claramente lo que estoy pensando.
Y seguramente eso sucedió.
El…chiquito…, que lo seguía habrá pensado que lo miraba a él y con toda la mala forma que le fue posible me dijo:
-¿Qué me mira, eh…, qué me mira?- agregando el gesto de juntar los dedos de la mano subiéndolos y bajándolos.
- No te estoy mirando a vos. No me hables así. Miro a tu compañero porque me llamó la atención…”LO ABRIGADO QUE ESTÁ”.
¡Lo abrigado que está! ¡Noooo! Lo que me llamó la atención fue la trasposición cultural del barrio a la escuela, y el gran poder que tienen los ejemplos de los mayores de las familias, en los niños, y el poder de la escuela que NO ALCANZA para revertir los que vemos que perjudican a los chicos.
Me pregunto por qué no puede la escuela influir de la misma manera en los niños como influye el barrio y  la cultura familiar. Veo que muchas veces la preocupación política pasa por agregar más y más tiempo en la escuela, en cantidad de días y cantidad de horas. Estará buena la intención, quizá, por sacar a los niños de las calles, pero no es tampoco la solución.  Todos sabemos…, bueno, mejor dicho: todos los docentes sabemos,  que agregar más días es insostenible porque los chicos no quieren saber de más, con ese calor del verano que se viene a fin de año, que hace imposible trabajar normalmente en un aula repleta , muchas veces sin siquiera un ventilador, (porque si lo prendés, se recarga la instalación y zás, te quedás sin luz.)
Y tampoco veo factible que la solución sea poner más horas. ¿Por qué? Primera y segunda hora, da gusto trabajar en la mayoría de los casos. Tercera hora, la atención se dispersa, empiezan a discutir por cualquier cosa, ya le fue demasiado a algunos y …en la cuarta hora más de uno simplemente se niega a hacer las actividades, o da un trabajo terrible para mantenerlo quietecito para  que por lo menos deje trabajar al maestro y los compañeros. Si a esto le sumamos más horas, bueno, creo que no es necesario seguir explicando, ¿no? ¿O es que acaso en vez de tener un cartel en la puerta que diga ESCUELA deberíamos cambiarlo por otro que diga GUARDERÍA?
Sí, sí, ya sé , me salió el negativismo otra vez. Aunque sigo pensando que es sólo realismo.




19 de agosto de 2015

¿Qué comen las plantas?



Íbamos a empezar a trabajar el tema de las plantas y los animales en primer grado, así que comenzamos a hacer comentarios y suposiciones de varios aspectos que serían interesantes.
Llegó el punto de la comida.
-¿Qué comen los animales?
- Carne.
- ¡Lechuga! Mi tortuga come lechuga.
- Mi mamá le hace polenta a mi perro.
Y así seguimos un rato. Después les tocó a las plantas.
-         ¿Y las plantas? ¿Qué comen las plantas?
No resultó tan fácil responder. Se quedaron callados. Algunos arriesgaron respuestas como:
-         Lo que les da el dueño...
-        ¿Tierra?
Como había tantas dudas y eran más las preguntas que las respuestas, decidimos que había que averiguar esto para mañana para seguir conversando. Ese fue el acuerdo.
Pero al rato, cuando ya estábamos en otra actividad se acerca un nene y me dice despacito al oído:
-         “Es que a las plantas no las vemos comer porque comen de noche cuando nosotros dormimos.…”

¡Se había quedado pensando, pollito lindo!


Compartido por Eli Piqueras

¿Que lo salga a correr yo?



Exámenes de febrero, año 2015.
Un niñito que dio muchos problemas con su conducta los años anteriores y  logró aprender muy poco en su quinto grado debe asistir a su examen para ver en qué grado puede estar ahora.
Va con la mamá al colegio. Hace el examen de una de las materias, y se va a la calle porque se le hizo una observación. Sí, así como lo leen. Se va y no quiere saber nada con entrar.
-         Vení, que tenés que hacer lo de matemática – le grita desde la puerta la madre.
No contesta y sigue afuera inmutable.
-         ¡Dale, vení para acá!
Como  no logra hacerlo entrar, se dirige a la dirección y plantea que el hijo ”no le hace caso”:
-         ¡Le estoy diciendo que entre y no me hace caso, señorita! ¡Yo no lo puedo salir a correr! Porque encima si salgo se va a ir  más rápido…
-         Señora, qué quiere usted ¿Qué lo salga a correr yo?

Algunas madres hoy en día no pueden con uno.
Lo peor es que pretenden que la maestra pueda con ese uno, con otros unos que se comportan igual y con los pobres niños que sí quieren aprender.

 María Nieves Acero

Posapava con corchos

Un simple proyecto para disfrutar en las mañanas o las tardes.

Consiste en reutilizar un viejo marco de fotos y unos corchos.

1) Pegar un cartón por debajo del marco cubriendo toda la superficie del rectángulo.

2) Cortar los corchos longitudinalmente a la mitad si el espesor del marco así lo requiere.

3)Pegar los corchos con plasticola al cartón.

4) Rellenar los huequitos con una pastita de aserrín fino y plasticola.

5) Optativo: Decorar el marco con un clavo caliente haciendo marcas de puntos o rayas.



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¿Nos queda derecho a educarlos?



Primer día de clases en la biblioteca. Año 2015.  Muchos chicos , usuarios COMUNES, se arremolinaron entusiasmados y sabiendo cómo funcionan los préstamos, enseguida buscaron algún libro y se acomodaron en la fila para que se los anote en la compu. Algunos  preguntaban dónde estaban los de animales, otros los de terror, los clásicos de siempre.
Unos pequeñitos se vieron atrapados por los lindos colores de  los Cuadernos del aula, y les tuve que explicar que eran para las maestras…
Todo bien hasta que  les pedí que no se amontonaran y que hicieran la hilerita para que los pueda atender a todos  en orden. Contra la computadora seguían todos pegoteados y empujándose.
-      Así no los voy a atender. Hagan la fila, no se empujen. A ver ¿quién está después de vos?
-      Él.
-      Bueno, a ver , ponete ahí detrás.
Nada, ni un movimiento.
-      Y vos también, ponete en la fila, así los atiendo bien a todos.
Nada… Ya empezaba a impacientarme porque tienen sólo diez minutos de cada recreo para sacar libros y no alcanza el tiempo. Eran muchos y no hacían caso.
-Hacele un lugar a tu compañero, correte un poquito hacia atrás así se pone en la fila.
(¡Bien!, esa nena sí hizo caso)
Pero un niño seguía firme al costado de la fila, impávido ante los pedidos de hacer fila, mirando fijo, con terquedad, y no se corría. Insistí una vez más sabiendo que  no iba a ser fácil convencerlo…
Su reacción fue dirigirse a un estante, poner con rabia el libro así nomás encima de los otros, volver a mirar con resentimiento e irse. Una lástima: quedarse sin el libro  sólo por no querer obedecer un simple pedido…
Bueno…¿en esto también será que hay que dejarles hacer lo que quieran sin enseñarles a respetar al que está antes?¿ O todavía nos queda un pequeño derecho a educarlos?

María Nieves Acero



¡¡Buen dííííííaaaa!!





Llegué esa mañana bien tempranito a la escuela cargada con cajas, friselina, y unas banderas para que se usen en los actos.   Me llamó la atención ver algunos papás y mamás en la vereda de la escuela y enfrente.
-         ¿Qué harán acá afuera con los chicos corriendo en medio de la calle desde tan temprano en vez de entrar? –me pregunté.
 Estaba contenta y así saludé a unas mamás que estaban paradas contra la reja de la escuela.
-¡Buen díííía!
Nada, silencio total.
Para mis adentros pensé:
-         Ah, bueno, desde el primer día ya ni saludan…
 Caminé un poco más pero me di vuelta  y volví a decir, pero esta vez más fuerte:
-¡Buen díííííííííííía!
A duras penas me contestaron, y sin ninguna gana.
Al entrar, un nene ya grandecito iba saliendo, es decir, nos cruzamos.
-¡Buen díííía!- le dije.
Nada.
-¡Buen díííía!- repetí.
Siguió caminando como si tal cosa, así el mundo.
Menos mal que más adentro volví a saludar a una mamá con su nena y ellas sí respondieron.  Seguramente habían observado la situación anterior. Ya estaba pensando que me había vuelto invisible, como en esas películas de terror  en que no se ve al protagonista que trata de comunicarse con los vivos.
Está difícil el tema. Ahora no sólo hay que educar a esta generación de niños, sino a la anterior, de la que los chicos sacan esos ejemplos , digamos, no del todo deseables.


María Nieves Acero


15 de agosto de 2015

Maceta con envase de telgopor.





Para transformar un envase de telgopor de helados u otros usos, sólo deben seguir estas sencillas instrucciones:

1) Escoger un diseño y doblar un alambre con esa forma, dejando una parte hacia arriba para poder tomarlo de allí con una pinza.





2) Calentarlo en la hornalla sujeto con una pinza y estampar el motivo sobre el telgopor RÁPIDAMENTE para que no se vaya a agujerear.



3) Pintar con témpera, látex o acrílico el bajorelieve. No usar pintura sintética porque "come" el telgopor.



4)Pintar el resto de la maceta con otro color con esponja o pincel ancho. 

5) Proteger con barniz al agua o fijador al agua.



De este modo habrán logrado un económica y linda maceta para sus plantas.

¡¡Y además cuidamos el medio ambiente!!

14 de agosto de 2015

Briquetas caseras.

¿Qué son las briquetas?





Las briquetas o o leñetas son bio-combustibles para generar calor. Se utilizan en estufas,  chimeneas, etc.

Son ecológicas, vienen en forma cilíndrica o de ladrillo. Si son caseras se les puede dar esas u otras formas.

Están fabricadas con diversos materiales compactados: restos de vegetales secos, aserrín de distintos tipos de madera(siendo las más rendidoras las fabricadas con aserrín de madera dura), carbón, papel, cartón y otros residuos.

Tienen mayor poder calorífico que la leña tradicional, encienden más rápido, no desprenden humos ni olores y su uso evita la tala indiscriminada de árboles.

Briquetas industriales.

La que se hacen de forma industrial, generalmente están hechas con materia residual, como madera, cascarilla de arroz, bagazo de caña de azúcar, residuos de pulpa de papel, papel,  cáscara de coco, residuos de algodón, cartón, carbón, etc. y se aglomeran con agua, aunque en algunos casos con otros residuos orgánicos.






¿Cómo se fabrican?



En el proceso industrial se emplean máquinas donde se introducen los residuos y se someten a un proceso de compactado y secado por calor. El resultado es la emisión de un tubo muy compacto de materiales que se cortan de acuerdo al tamaño requerido.





Briquetas caseras.

Para hacerlas en forma casera, se deben seguir varios pasos:

-Recolectar los materiales y molerlos un poco.
-Colocarlos en un gran recipiente y agregar agua para que se ablanden.
-A las horas, molerlos más con ayuda de una minipimer o un taladro con un dispositivo adecuado.
-Ingresar la pasta resultante en el molde, que deberá tener agujeros para que escurra toda el agua posible.



-Prensarla manualmente o con una prensa casera como la de la foto.
-Extraerla del molde y dejarla secar muy bien al sol.





El resultado.

Hay que dejarlas secar muy bien al sol y guardarlas lejos de la humedad.




Y estarán listas para ser utilizadas y calefaccionar agradable y ecológicamente el ambiente.