El
primer día de clases habíamos decidido hacer una actividad conjunta entre los
dos quintos para ver bien cómo distribuir a los chicos. Por eso hicimos pasar a
los papás al aula y les explicamos todo.
Después,
uno de los grupos entró y le pedimos a los otros chicos que trajeran una silla
del aula de al lado para hacer lo que habíamos planificado.
Así
lo estaban haciendo cuando de repente una mamá dijo:
-¡Ay,
qué desorganizado está todo esto!
-(¿?)
-¡Qué
desorden!¿ Por qué están haciendo esto?
-Señora,
¿usted no pasó recién al aula cuando hicimos entrar a todos los papás y les
explicamos?
-No
sé, no sé…¡Mi hijo no va a traer ninguna silla!
-(¿?)
-Es
obligación suya traer las sillas. Mi hijo no va a acarrear ninguna silla. ¿Por
qué tiene él que traerla?
-Bueno,
si no quiere traerla… Es para que esté más cómodo, pero si no quiere…- le dije,
manteniendo la calma en medio del... puro desconcierto.
-¡Eso
es obligación suya!
Después
de que se fue la madre, el nene buscó sin problema su silla y pudo participar
de la actividad.
Así
empezamos…Qué nos deparará el resto del año si esto fue sólo el comienzo…
Compartido por Claudia Noé y Livia Vélez
Compartido por Claudia Noé y Livia Vélez
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